La noche es estrellada,
la bruma limeña evita que Huma se dé cuenta, pero la imagina así, allí sentado
en la vereda, al borde del jardín, bajo un árbol-sombra que a esa hora no la
da, solo lo cubre, haciéndolo sentir en cierta forma protegido. Algo mareado, insiste
en acabar una caja de Gato Negro, levantando la cabeza hacia atrás mientras
presiona el vino hacia su garganta, poquito cae, con eso le basta. Mira las
calles de Monterrico, a su derecha, allí nada más (allá), ve la virgen en la
cima del cerro, protegiendo con su manto como cada noche al que fuera su
colegio hace algunos años. Piensa entonces en los amigos que se van y él no, él
se queda en Lima, viajando siempre por el mundo a través de historias que lee,
viviendo a través de relatos sin importancia que escribe y atesora como piezas
de colección. Está aburrido. Levanta el índice y deposita un poco de saliva en la
yema, formando con el mayor una especie de catapulta en miniatura que oprime y
suelta, liberando la carga que despedida dibuja un arco hasta caer rapidito en
la cara de Oarce.
fragmento de "Comepasto”
Juma
Paredes
Octubre, 2017
Octubre, 2017
www.facebook.com/inmaduronarrador
Fotografía: Juma Paredes Edición: TrMarina León |
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